domingo, 24 de mayo de 2009

Arte Románico Alemán


Arquitectura

Las especiales características socio-políticas que vivirá Alemania durante el siglo X van a marcar el arte románico. En Alemania será el emperador y, no el papa, el representante de Dios en la Tierra. Por lo que, bajo el poder del emperador, se abordaran edificios que reflejan su gran poder. Destacan las Iglesias y catedrales de Colonia, Treveris y Worms. Este conjunto de edificios presentan algunos rasgos comunes:

- La gran monumentalidad de sus edificios, que suelen ser muy largos, superando en muchos casos los 100 metros de longitud.
- Muchas iglesias renanas suelen tener un doble ábside.
- Las portadas no adquieren una gran importancia y los capiteles suelen ser cúbicos (normalmente carentes de escultura.
- Las torres octogonales y circulares están agrupadas en los extremos del transepto, mientras que las torres más importantes se sitúan en la fachada y sobre el crucero.






Pintura

Las obras del románico alemán continuaron en gran medida las tradiciones del arte paleocristiano y bizantino. En las pinturas murales se pueden apreciar motivos abstractos en los elementos arquitectónicos aislados y representaciones de la Biblia y de la vida de los Santos en las grandes superficies murales. En estas composiciones las figuras son estilizadas y delicadas, ya que se concibieron cómo símbolos más que cómo representaciones naturalistas. De la decoración conservada hasta hoy destacan los frescos del s. XII de la iglesia de San Juan Poitiers.


Escultura

La mayor parte de la escultura románica estuvo integrada en la propia arquitectura, y tuvo una función decorativa y estructural. El mejor ejemplo se realizo en Hildesheim en el s. XI, que incluía todo un repertorio de obras de arte: puertas de bronce, pilas bautismales, lápidas funerarias, etc.

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